02/07/2018, ADNPOLITICO.COM, Juan Francisco Torres Landa
Hemos concluido uno de los procesos electorales más complejos de la historia moderna de nuestro país. Ahora viene el trabajo de fondo. Quien ganó debe enfrentar la realidad que nos ocupa y no puede ser ignorada. Las promesas de campaña son una cosa, lo que el país requiere con urgencia rebasa por mucho el léxico de promoción política.
El país se encuentra en una encrucijada que no admite demora alguna de varios temas que están al rojo vivo. Los conceptos etéreos y genéricos de la campaña ahora requieren aterrizaje puntual. Para lograrlo hay cuestiones que requieren atención inmediata y profunda.
Para rescatarnos del hoyo en que nos encontramos actualmente, debemos atrevernos a finalmente: (a) eliminar la política de prohibición de drogas que solamente ha empoderado a la delincuencia organizada y que con el cambio podremos enfrentarlos con inteligencia y sustrayendo su principal fuente de financiamiento y fortaleza económica (que hoy los tiene ya diversificados en todo tipo de actividades ilícitas y de corrupción amplia); (b) pagar bien, capacitar y organizar a las policías en el país para que sean los fieles guardianes del orden y paz; y (c) abrogando la Ley de Seguridad Interior para, a su vez, regresar paulatinamente a las fuerzas armadas a los cuarteles y pacificar al país.
Tener una Fiscalía General de la República que sea autónoma, independiente y renovada es fundamental. No podemos seguir con una institución que responda a los intereses del gobernante en turno. La exigencia ciudadana es por una “Fiscalía Que Sirva”.
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