El paso a la regulación, el tren que no para nadie: Torres Landa de MUCD
Fuente: Forbes México, 10/09/2018, FORBES.COM.MX, Juan Francisco Torres Landa Ruffo*
Afortunadamente con el estudio permanente de muchas instituciones, el cúmulo de información de décadas, el atrevimiento de muchas personas a publicar datos reales, y el uso permanente de redes sociales, se ha logrado finalmente romper la inercia; ahora se conoce la realidad de las cosas. La prohibición no sirve, un problema de salud pública no se puede manejar con punibilidad privativa de la libertad. La labor del estado en materia penal es de protección a la ciudadanía de crímenes predatorios (homicidio, secuestro, violación, extorsión, trata, robo, etc.) más no de persecución por actividades de deterioro personal (consumo de tabaco, alcohol o estupefacientes); el sistema policiaco y de impartición de justicia requieren encaminarse en los delitos predatorios. La apuesta institucional en materia de estupefacientes debe ser para apoyar la prevención y el tratamiento con el apoyo del sistema y conocimientos médicos; la información sobre todos los daños y consecuencias en el uso de drogas debe promoverse para privilegiar la toma de razón, incitar a mejores conductas por parte de los ciudadanos con un enfoque de derechos humanos; la forma de vencer a la delincuencia organizada debe ser mediante la eliminación de los factores económicos que hoy les otorgan un enorme monopolio en materia de producción, distribución y venta de enervantes, derivado, justamente, por los estragos de la política prohibicionista, misma que ha facilitado el debilitamiento de toda su estructura financiera, asunto que hoy les ha permitido diversificar sus actividades para lesionar aún más a la ciudadanía y retar con mayor contundencia a las autoridades.
Así es como diferentes organizaciones, entre ellas México Unido Contra la Delincuencia, hemos estado divulgando datos duros e información para demostrar que el prohibicionismo no sirve, y con ello, vemos con muy buenos ojos el alcance de nuestros esfuerzos, que, en conjunto, no hayan sido en vano y permitan respirar un oxígeno nuevo en la palestra política. Varios de los funcionarios de la nueva administración como Olga Sánchez Cordero y Alfonso Durazo se han pronunciado abiertamente por habilitar medidas que apuntan a la regulación de las drogas, con el fin de no considerar a la prohibición como el mecanismo de ataque a las organizaciones delictivas, y privilegiar los derechos individuales, para acceder a un mayor énfasis preventivo.
*Consejero de México Unido Contra la Delincuencia A.C.
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