La condena del Chapo, un logro vacío: Frida Ibarra de MUCD

La condena al Chapo no representa ninguna victoria. Al contrario, su juicio ha servido para evidenciar, una vez más, que aunque se haya dado por terminada, la “guerra contra el narcotráfico” ha fracasado por varias razones.
14/02/2019, Huffington Post,
Para México, un país que ha sufrido las consecuencias más violentas y crueles de la política prohibicionista de drogas, la condena al Chapo no representa ninguna victoria. Al contrario, su juicio ha servido para evidenciar, una vez más, que aunque se haya dado por terminada, la “guerra contra el narcotráfico” ha fracasado por varias razones.
1. La violencia y las violaciones a los derechos humanos continúan
A pesar de que, desde enero de 2017, El Chapo fue extraditado, el año siguiente fue el más violento en México, con una cantidad alarmante de 34 mil 202 personas asesinadas, de acuerdo con datos del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP). Datos que también arrojan que, en 2018, Sinaloa fue justamente una de las entidades federativas con más casos de feminicidios.
Las aterradoras cifras persisten: más de 32 mil desaparecidos, de acuerdo con el Registro Nacional de Personas Desaparecidas o Extraviadas, 184 ejecuciones extrajudiciales a defensores de derechos humanos, según cifras de la organización Comité Cerezo durante el sexenio del expresidente Enrique Peña Nieto y, más de 4 mil 600 denuncias a la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) por abusos de autoridades militares, de diciembre de 2012 a enero de 2018.
2. La prohibición de las drogas sigue generando grandes ganancias al crimen organizado
El juicio en contra de Joaquín Guzmán Loera reveló que traficó más de 155 toneladas de cocaína, heroína, metanfetaminas y cannabis a Estados Unidos, en completa impunidad y con la colaboración de altos funcionarios del gobierno mexicano, así como de instituciones de las fuerzas armadas, elementos de la Administración para el Control de Drogas e integrantes de la Interpol. Inclusive, el expresidente Enrique Peña Nieto fue acusado de recibir un soborno de 100 millones de dólares.
Con una política de prohibición de las drogas, los precios de estas sustancias se elevan y hacen del mercado ilícito de drogas un negocio altamente rentable para el crimen organizado. En este contexto, la condena del Chapo no representa un golpe real a las ganancias obtenidas a través del tráfico de cocaína, metanfetamina y heroína.
3. El crimen organizado sigue existiendo y se ha diversificado
La estrategia de eliminar a los grandes capos del narcotráfico terminó por crear una fragmentación dentro de las estructuras de los grandes “cárteles mexicanos”. Ello detonó la violencia entre las propias organizaciones y entre las organizaciones y el Estado; consecuentemente, pequeños grupos criminales fueron proliferando en todo el territorio mexicano. En este sentido, la estructura jerárquica del crimen organizado, donde una sola persona se encontraba al mando, se desvaneció, presentándose actualmente un escenario de organizaciones criminales con estructuras complejas.
En suma, la condena del Chapo en realidad resultó un logro vacío: no representa ningún golpe al enorme mercado ilícito de drogas, ni con ello disminuirá la violencia en México.
Aunque el actual presidente, Andrés Manuel López Obrador, declaró que la “guerra contra las drogas” ha terminado, parece querer persistir con la misma estrategia militar que solo ha servido para aumentar los índices de violencia, a través de la creación de la Guardia Nacional.
Mientras no se comprenda que la “guerra contra las drogas” ha sido la causante principal de la violencia y de las violaciones a los derechos humanos y se regule el mercado de drogas —quitando el control de dicho mercado al crimen organizado—, seguirá habiendo grandes juicios en contra de los capos más importantes con una gran atención mediática. Sin que por ello las organizaciones criminales vean mermadas sus ganancias en este rubro.
Sabiendo todo esto, ¿la condena del Chapo es una victoria para la “guerra contra las drogas”? La respuesta debe ser un rotundo no. No existen las victorias para una guerra que jamás debió de iniciar.
*Abogada junior del Área de Política de Drogas de México Unido Contra la Delincuencia A.C.
Nota completa en: huffingtonpost
[1] Según datos del Centro para el Control de las Enfermedades (CDC)