16/03/2019, Vice/SinEmbargo

La guerra contra el narcotráfico terminó, según el Presidente“No hay guerra… oficialmente ya no hay guerra”, fue la respuesta de Andrés Manuel López Obrador a un reportero que lo cuestionó hace más de un mes en la ya tradicional conferencia matutina de Palacio Nacional, en alusión al uso de las fuerzas armadas durante los dos gobiernos anteriores.

Para el Presidente de México, la estrategia de seguridad basada en combatir a los cárteles de la droga ya es historia, pues la Guardia Nacional, recientemente aprobada, será una especie de “fuerza de paz”, al estilo de los Cascos Azules de la ONU. Lo cierto es que el plan de combate al narcotráfico comenzó a reconfigurarse desde mediados del sexenio pasado, especialmente los esfuerzos para erradicar el flujo de mariguana, cocaína, metanfetamina y drogas derivadas de la amapola, como la heroína.

Con el correr del sexenio, la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) decomisaba cada vez menos mariguana y cocaína, y destruía menos plantíos como parte de las operaciones contra el narcotráfico. En cambio, aunque el precursor conocido como goma de opio bajó aproximadamente 40 por ciento, con la heroína los aseguramientos crecieron más del cien por ciento en los últimos seis años.

Especialistas consultados por VICE comentan que las fluctuaciones en los aseguramientos de opioides y mariguana no solo dejan en evidencia lo absurdo que significa destinar recursos para combatir sustancias con mercados boyantes en el mundo, sino que además el cambio de estrategia estaría orientado por la crisis de adicción a la heroína que viven en Estados Unidos (EU), toda vez que México es ubicado por la Agencia Antidrogas (DEA, por sus siglas en inglés) como el principal abastecedor de esa droga en territorio estadunidense, de acuerdo con el informe Evaluación Nacional de Amenazas de Drogas.

“La dinámica de la mariguana, del abastecimiento y flujo desde México a Estados Unidos ha cambiado mucho por la legalización en varios estados, no así lo que tiene que ver con opioides y opiáceos en medio de una crisis muy grande en EU, entonces, los esfuerzos de México están orientados por la necesidad de EU, por las necesidades de detener ese flujo lo más posible y porque la dinámica de mercado ya también ha cambiado, lo que más demanda tiene es justo este tipo de sustancias como la heroína, otros opiáceos y opioides sintéticos”, explica a VICE Tania Ramírez, directora de Política de Drogas en la organización México Unido Contra la Delincuencia.

“Es un periodo en el cual el Gobierno de EU le dio cada vez mayor importancia a la importación de opioides desde México dada la crisis que hay. Dado que tenemos recursos escasos, una posible interpretación es que se recanalizan los recursos de otros plantíos para darle prioridad a los de amapola, en un contexto en que la crisis de opiáceos está haciendo mella”, agrega Alejandro Madrazo Lajous, investigador del Programa de Política de Drogas del Centro de Investigación y Docencia Económicas (CIDE).

GUERRA ABSURDA

A tono con la herencia de Felipe Calderón, entre diciembre de 2012 y el mismo mes de 2018, bajo el mando de Enrique Peña Nieto, las fuerzas armadas decomisaron casi 4 mil toneladas de mariguana, 20 de cocaína, 113 de metanfetamina, 1.9 de heroína y 3.9 de goma de opio. También se aseguraron 16 toneladas de semillas de mariguana y 9 de semilla de amapola.

Los expertos entrevistados por VICE dicen que estos aseguramientos sólo reflejan cómo la política de drogas en México es un fracaso, porque no representan golpes contundentes en contra de los grupos del narcotráfico, nunca lograron reducir el consumo e implican un enorme gasto social destinado a erradicar sustancias que ya dejan millones de dólares en países que son socios comerciales de México.

Para Alejandro Madrazo, las cifras de drogas aseguradas durante el pasado Gobierno ponen en evidencia “la estupidez” de mantener prohibido el mercado del cannabis en México, pero además retratan que los avances logrados en materia de reconocimiento, como los fallos en la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) a favor del uso recreativo y la aprobación del uso medicinal, no se han traducido en regulaciones al mercado formal, pues no existe acceso efectivo a medicamentos cannábicos ni para el uso personal.

Por su parte, Tania Ramírez detalla que con el tiempo el efecto de los aseguramientos se diluye, ya que el mercado tiene la necesidad de satisfacer la demanda de la droga que ya no está disponible y la cantidad de drogas que les quitan a los grupos del narco es mínima comparada con la mercancía total y muchas veces los criminales ya tienen contemplado ese margen de error. “Prevén que van a tener un tipo de pérdidas, al final resulta siendo marginal, porque ellos tienen que abastecer la oferta y el mercado”, comenta Ramírez, maestra en derecho por la Georgetown University.

AMAPOLA, LA NUEVA MARIGUANA 

México es actualmente el tercer productor mundial de amapola, apenas por debajo de los asiáticos Afganistán y Myanmar, según datos de la Organización de las Naciones Unidas (ONU). Sin embargo, a pesar de que ya existen regulaciones en el mundo avaladas por la misma ONU para la producción de medicamentos derivados del opio, aquí todavía no se ha planteado una discusión legislativa para regular su producción con fines medicinales. “Es donde te preguntas si los esfuerzos de erradicación realmente están sirviendo, porque seguimos siendo el tercer productor a nivel mundial”, cuestiona Ramírez, y recuerda que entre 2016 y 2017 la Oficina de Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC, por sus siglas en inglés) informó que la cantidad de amapola cultivada había crecido en México.

“Aquí surge el llamado efecto globo en las políticas de drogas: cuando eliminas en alguna parte la disponibilidad de la sustancia, lo único que hacen es que esa producción se desplace hacia otro lado. Cuando en Turquía legalizaron los cultivos de amapola, mucha de esa producción se trasladó a México”, recuerda la especialista, quien reiteró que las erradicaciones y confiscaciones no están sirviendo para nada, porque México sigue como el primer mercado ilegal del continente y se agudiza la crisis de salud en Estados Unidos, donde al no poder acceder a medicamentos basados en opio, caen en el mercado ilegal.

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