En el día de acción global por el alto a la guerra contra los pueblos indígenas y originarios de México, MUCD reconoce el impacto diferenciado que la crisis de seguridad y la militarización tienen sobre ellos y se solidariza
- La presencia de las Fuerzas Armadas en territorios indígenas ha generado una crisis de derechos humanos, caracterizada por el desplazamiento forzado y el despojo de tierras.
- Chiapas, Chihuahua, Guerrero y Oaxaca son los estados con el mayor número de personas indígenas desplazadas internamente.
- La militarización que presenta México tiene un efecto diferenciado en los pueblos indígenas y originarios e incorporando una perspectiva de género, las mujeres indígenas se vuelven más vulnerables por la persecución de sus comunidades.
Ciudad de México, 12 de octubre de 2023. México Unido Contra la Delincuencia (MUCD) se suma en solidaridad a la Acción global por el alto a la guerra contra los pueblos de México y del Mundo, hacia los pueblos zapatistas y hacia los pueblos originarios de México, convocado el Congreso Nacional Indígena pues reconocemos que la militarización de la seguridad pública ha afectado de manera diferenciada a los pueblos indígenas y originarios del país y que el aumento de la presencia de las Fuerzas Armadas (FFAA) en sus territorios ha dejado graves violaciones de derechos humanos como detenciones arbitrarias, desapariciones forzadas, tortura, ejecuciones extrajudiciales y desplazamiento forzado, como lo ha denunciado el Centro de Derechos Humanos Fray Bartolomé de las Casas.
Nos preocupa de manera particular la forma en que las FFAA han actuado en contra de los pueblos indígenas y originarios para garantizar que las obras de infraestructura insignia de la administración actual se concluyan. Lejos de garantizar sus derechos, las comunidades indígenas se han visto afectadas por el grave daño al medio ambiente en proyectos como el Tren Maya o el Interoceánico del Istmo de Tehuantepec, la construcción de los cuarteles para la Guardia Nacional, entre otros.
Aunado a lo anterior, el despojo de sus tierras, que tiene un valor sumamente importante para estas comunidades, ha generado una crisis de desplazamiento forzado. La Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos en México (OACNUDH) estima que más del 40 por ciento de los episodios de desplazamiento interno afectaron a personas pertenecientes a un pueblo indígena u originario. Chiapas, Chihuahua, Guerrero y Oaxaca son los estados con mayor número de personas desplazadas internas en el país.
Desde una perspectiva de género, las mujeres y niñas indígenas que son desplazadas a causa de la violencia que ejercen las FFAA contra ellas, provoca que sean aún más vulnerables. El Comité para la Eliminación de la Discriminación contra la Mujer en su recomendación general 39, señala que el desplazamiento forzado genera en las mujeres y niñas indígenas violencias que incluyen: la explotación en la prostitución; formas contémporaneas de esclavitud – particularmente en el trabajo de cuidados y doméstico no pagados-; la gestación subrogada forzada; sin mencionar que es más probable que su acceso a la justicia y la reparación integral se vea limitado por la existencia de patrones y prácticas discriminatorias en su contra.
La lucha histórica de los pueblos indígenas y originarios contra medidas represivas y violatorias de derechos han resistido pese a la represión estatal y el uso desmedido de la fuerza. Hoy, se suma la lucha contra la militarización. Los pueblos solamente buscan que sean respetados sus derechos, como el derecho a vivir en comunidad, a la autodeterminación, a la tierra y territorio y a la preservación de la naturaleza. Reiteramos nuestro apoyo y solidaridad con los pueblos indígenas y originarios, sus luchas contribuyen a un México más seguro, con justicia y en paz.