18/06/2018, ELUNIVERSAL.COM.MX, Juan Francisco Torres Landa R.*
No hay plazo que no se cumpla. Lo venimos diciendo hace tiempo y ya llegó el momento. La bonanza económica que la política de prohibición de drogas ha generado para la delincuencia organizada no solamente significa que han proliferado en su cobertura geográfica; que han multiplicado sus áreas de ilicitud (secuestro, extorsión, tráfico de personas, robo de combustibles, de trenes, de camiones, de maquinaria pesada, corrupción, entre otros); y que, en general, han debilitado a las autoridades policiales, a las de procuración de justicia, etc.
Pero no. Ahí no se quedaron. Ahora están en la siguiente fase que implica la penetración institucional a base de manipulación en el terreno electoral. Con lujo de violencia y obviedad estamos viendo cómo desde septiembre de 2017, y a la fecha, van al menos 112 candidatos a elección popular que han sido privados de la vida y más de mil que han renunciado a sus candidaturas (casi un tercio si tomamos en cuenta que son poco más de 3,400 los puestos totales en juego en la elección).
Nos estamos acercando peligrosamente a un punto de no retorno –el tristemente famoso narco estado. Es la historia brutal de cómo llegar a la situación en que ya no tendríamos noción clara de dónde empieza y termina la delincuencia. Tendríamos una nación en la que prevalecería una creciente desconfianza respecto de las verdaderas motivaciones de nuestros gobernantes. La corrupción e impunidad que hoy nos tienen asfixiados parecerían juegos de niños en comparación con la sensación de que quienes toman decisiones lo están haciendo bajo el impulso de tener una pistola apuntándoles a la cabeza todo el tiempo.
Es por esto que decimos que estamos a punto de turrón. Pero lamentablemente sólo en lo que se refiere a la temperatura y el freído en que se expone el futuro del país. Aquí no hay nada esperanzador y mucho menos algo dulce que saborear. El panorama es sombrío y las expectativas muy malas si dejamos que la inercia actual continúe. Requerimos cambiar la ruta actual. No podemos ver cómo se desmorona el país. Al tiempo.
*Secretario General del Consejo de México Unido Contra la Delincuencia A.C.
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