18/04/2019. REFORMA, Juan Francisco Torres Landa*
La administración federal actual está derrumbando los procesos de adopción solvente de toma de decisiones. Tal parece que hay un reto permanente por desafiar la lógica, el sentido común y la experiencia. Y quizá el peor de los ingredientes, no recapacitar a pesar de que se confirme que la decisión original fue equivocada. Como complemento perverso de lo anterior, se ha optado por nominar a personas notoriamente impreparadas e incapaces para puestos profesionales.
El problema de este tipo de nocivas estrategias en la selección de personal y toma de decisiones ha empezado a hacer sus estragos. La empresa más grande del país, Pemex, está siendo dirigida por un ingeniero agrónomo sin cédula profesional, con nula experiencia previa en el sector energético; y su Director de Finanzas es alguien que ha sido incapaz de dar explicaciones coherentes y solventes del porqué se están tomando ciertas decisiones.
No es menor el tema de salud en el cual se avecina un colapso del sistema sanitario porque, además de la disrupción en la compra de medicinas y la extinción del Seguro Popular, la suspensión del uso de guarderías infantiles y de centros de atención a violencia intrafamiliar ha expuesto a muchas personas a riesgos reales de integridad y muerte.
En fin, estamos viendo un patrón de conducta sumamente preocupante por parte del Presidente y su gobierno, empecinados en hacer todo lo necesario para no tomar decisiones con base en las mejores prácticas y conocimientos posibles, marginarse de las opiniones de expertos y sostenerse en sus dichos a pesar de la evidencia contundente de errores claros.
*Consejero de México Unido Contra la Delincuencia A.C.
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