Objetivo general
Mejorar la seguridad ciudadana en la alcaldía de Azcapotzalco a través de la construcción de redes de protección y seguridad que, en el marco de una cultura de la legalidad, ayuden a contrarrestar los factores de riesgo que generan violencia e inseguridad y a fortalecer las redes sociales de apoyo. Lo anterior integrando las perspectivas de género y Derechos Humanos.
Conoce en este video, algunas de las acciones de apoyo que ha emprendido la #RedConéctatePorTuSeguridad para mitigar el impacto de la contingencia #COVID19 en las familias de Azcapotzalco:
Destinatarios
Empresas, organizaciones sociales, comunidades religiosas, centros educativos y vecinos (hombres, mujeres, jóvenes) de comunidades expuestas a factores de riesgo que generan inseguridad. Cabe mencionar que la metodología identifica, selecciona e integra a los grupos con mayor vulnerabilidad en la demarcación, tales como mujeres y jóvenes.
Objetivos específicos
Documentos de consulta para descarga
Seguridad ciudadana es el conjunto de acciones implementadas por ciudadanos y autoridades, para asegurar la convivencia pacífica, prevención de la violencia y delincuencia, el uso ordenado y pacífico de vías y espacios públicos. Cfr. IAPEM. (2014). Seguridad ciudadana: visiones compartidas. México: UAEM. Recuperado de http://iapem.mx/Libros/2014%20163%20Seguridad%20Ciudadana.pdf Incluye mujeres jóvenes, jefas de familia o tercera edad.
La plataforma de participación ciudadana consiste en un esfuerzo por resarcir y fortalecer el tejido social para mejorar la seguridad ciudadana mediante la creación de redes de protección y seguridad en la localidad como efecto de la generación de capital social local. Lo anterior es posible a través de tres etapas que componen nuestro modelo de intervención:
La primera etapa, cohesión social, busca ubicar, amalgamar, y construir o fortalecer liderazgos en los distintos sectores: social, escolar, gubernamental, empresarial, religioso y comunitario, a través de procesos de formación ciudadana en cultura de la legalidad con el objetivo de que estos promuevan y se sumen a acciones de fomento del respeto a la norma en su entorno más inmediato (escuela, el espacio público, lugar de trabajo, etcétera). Con este proceso de formación se pretenden eliminar las fronteras que existen entre los actores sociales participantes y sensibilizarlos sobre los retos comunes que enfrentan en materia de inseguridad y violencia.
La segunda etapa, de activación ciudadana, comprende dos procesos en paralelo. Por un lado, la implementación de acciones multisectoriales adicionales a las desarrolladas en la primera etapa (a cargo de los liderazgos previamente identificados)[3]y por otro, la implementación de los tres modelos de empoderamiento de MUCD (empoderamiento comunitario, formación de líderes juveniles y formación ciudadana para padres y madres de familia). Esto para consolidar grupos replicadores de los procesos de formación ciudadana, que a su vez formen a otros ciudadanos y ciudadanas como personas protagonistas y líderes de la transformación social de la localidad.
La tercera etapa, de consolidación de redes, consiste en el apuntalamiento del modelo de intervención, mismo que se logra a través del seguimiento y formalización de los grupos replicadores y las acciones que implementen, así como de la red de actores sociales que promuevan la cultura de la legalidad. Lo anterior a partir del desarrollo de una identidad propia, la identificación de liderazgos y nodos convocantes y el establecimiento de una red funcional que pueda extender sus acciones a lo largo y ancho de la demarcación, a través del uso y réplica de tres metodologías de empoderamiento elaboradas y probadas, mismas que a continuación se explican.