La plataforma de participación ciudadana consiste en un esfuerzo por resarcir y fortalecer el tejido social para mejorar la seguridad ciudadana mediante la creación de redes de protección y seguridad en la localidad como efecto de la generación de capital social local. Lo anterior es posible a través de tres etapas que componen nuestro modelo de intervención:
La primera etapa, cohesión social, busca ubicar, amalgamar, y construir o fortalecer liderazgos en los distintos sectores: social, escolar, gubernamental, empresarial, religioso y comunitario, a través de procesos de formación ciudadana en cultura de la legalidad con el objetivo de que estos promuevan y se sumen a acciones de fomento del respeto a la norma en su entorno más inmediato (escuela, el espacio público, lugar de trabajo, etcétera). Con este proceso de formación se pretende eliminar las fronteras que existen entre los actores sociales participantes y sensibilizarlos sobre los retos comunes que enfrentan en materia de inseguridad y violencia.
La segunda etapa, de activación ciudadana, comprende dos procesos en paralelo. Por un lado, la implementación de acciones multisectoriales adicionales a las desarrolladas en la primera etapa (a cargo de los liderazgos previamente identificados)[2]y por otro, la implementación de los cuatro modelos de empoderamiento de MUCD (monitoreo ciudadano, empoderamiento comunitario, formación de líderes juveniles y formación ciudadana para padres y madres de familia). Esto para consolidar grupos replicadores de los procesos de formación ciudadana, que a su vez formen a otros ciudadanos y ciudadanas como personas protagonistas y líderes de la transformación social de la localidad.
La tercera etapa, de consolidación de redes, consiste en el apuntalamiento del modelo de intervención, mismo que se logra a través del seguimiento y formalización de los grupos replicadores y las acciones que implementen, así como de la red de actores sociales que promuevan la cultura de la legalidad. Lo anterior a partir del desarrollo de una identidad propia, la identificación de liderazgos y nodos convocantes y el establecimiento de una red funcional que pueda extender sus acciones, a través del uso y réplica de los modelos de empoderamiento elaborados y probados por MUCD.
[2]Por acciones multisectoriales se entiende a aquellas acciones en las que participan personas de diferentes ámbitos, por ejemplo: el rescate de un espacio público liderado por una persona de la comunidad con la participación de una OSC y alguna autoridad y con el apoyo financiero de una empresa local. Éstas ayudarán a hacer de la red de colaboración un movimiento de promoción de respeto a la norma, que paulatinamente consolidará una identidad propia y fomentará el sentido de pertenencia de quienes participen en ella, tanto en las acciones multisectoriales como sumando a otras personas y actores sociales.