En los últimos años, las Fuerzas Armadas han adquirido cada vez más funciones que no corresponden a la disciplina militar, como lo son el control de puertos, aduanas, obras públicas o campañas de vacunación. El aumento de estas facultades sin controles democráticos debilita a las instituciones civiles y la capacidad de la población de pedir rendición de cuentas.
Por esto, hemos reclamado que no se realice la transferencia del control de la marina mercante a la Armada de México; así como el despliegue de la Guardia Nacional en el Sistema de Transporte Colectivo Metro de la Ciudad de México, previniendo que los escasos recursos del gobierno local puedan ser utilizados para el mantenimiento de este servicio público.
Nos preocupa que esta transferencia de funciones se haga no sólo en contra de los mandatos y restricciones constitucionales, sino también en detrimento de las instituciones civiles y la vigilancia ciudadana. Por eso, a través del litigio, buscamos defender el orden civil y las instituciones democráticas.